Conseguir un turno con un médico se volvió una tarea muy difícil. "Tengo que esperar hasta la noche tarde para ver si hay cancelaciones y ahí conseigo un turno", cuenta Sabrina, una paciente que lucha contra un sistema que no le da respuestas: "Cuando logro conseguir un turno es para dentro de uno o dos meses".
Para los médicos la cosa también es complicada: "Llega un punto en el que trabajas más, pero no te sirve para ganar más porque la inflación te lo termina licuando", cuenta Horacio Lippo, un ginecólogo que, admite, ya no puede darse algunos gustos.
Una crisis en el sistema de salud privado que tiene a todos disconformes.
Comentarios